Tips para equilibrar el trabajo y la vida personal

Mantener en un nivel equilibrado ambas facetas de la vida siempre resulta un poco complicado, puesto que los tiempos se corren y terminas ideando cosas en una cita o, contrariamente, la cita resulta ser a la hora del almuerzo. Y esta es apenas una circunstancia de todas los que se viven diariamente.

Afortunadamente, el avance tecnológico ha sido maravilloso en los esfuerzos por mantener cada vida excelente pero en paralelo, por lo que mejoró nuestra calidad de vivir.

No obstante, no podemos continuar imaginando que alguna de las vidas se detendrán mientras vives en la otra, ¡no!. Seguirás teniendo una pareja mientras trabajas o seguirás teniendo a alguien esperándote en casa al salir del trabajo.

Partiendo de esto, no hay como una dosis de cuantos miligramos para cada uno, entonces apela a un concilio. Debes sí o sí mantener una relación cercana entre ambas, donde las dos tengan la misma inversión de tiempo. Si tienes problemas para conseguirlo, lee estos

Tips para equilibrar el trabajo y la vida personal

Aclara tus requerimientos

Debes ser claro contigo mismo con lo que necesitas.  Para conseguir respuestas claras a través de una evaluación situacional, donde contextualizarás todos los detalles de tu trabajo, por ejemplo: ¿es productivo lo que todo lo que hago? (comparado con todas las horas que le dedicas), ¿estás satisfecho con tu rendimiento? (equiparado con el desenvolvimiento que tenías desde entrar a la empresa), ¿puedo cambiar detalles para mejorar alguna situación?, ¿estás abierta a nuevas propuestas? y así sucesivamente.

Responder estas interrogantes te brindarán un mirada más completa del desempeño que estas teniendo, donde podrás arreglar detalles y reajustar otros que permitan realizar las mismas labores en el menor tiempo.

Valora los tiempos

Respetar los tiempos, es fundamental para mantener el orden de los factores. Cuando ya sabes qué quieres modificar en el período laborar, debes establecer un horario de máximo 10 horas para dedicarle al trabajo, lo normal son las 8 de la jornada laboral y otras dos para que pienses algún detalle extra. Pero debes respetar ese tiempo, más es innecesario pues no estarás logrando ningún objetivo sino lo acatas. Al principio resultará abrumador porque es un cambio drástico, sin embargo, no es nada que no puedas aprender a llevar.

Niégate 

Decir no a tus jefes como una constante después de tantos sí, suele ser contradictorio para él al principio pero terminará aceptándolo y lo postergará hasta la siguiente jornada. Debes tener en cuenta, que de vez en cuando un día de trabajo interminable es normal. Discierne.

Debes elegir qué batallas jugar, no defraudarás a tu jefe por un simple no o por limitar tu necesidad de quedar bien, él te está sobrecargando y tú se los estás permitiendo. Organízate. Ahí está la clave. Ofrécele una solución o una alternativa a la problemática que te plantea y una vez la apruebe, entonces dile que la efectuarás al día siguientes mientras la estudies con más calma. Se trata de no decir un “NO” rotundo, sino de buscar un escape para decirlo igualmente.

Verónica Fernández

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